En un periodo que comprende de 1912 a 1996, en el municipio de Acambay se han registrado un total de ocho sismos de magnitudes menores a seis grados Richter, de acuerdo con el Altas de Riesgo del municipio.
Por Noé Alvarez
El primer registro de un sismo del que se tiene en este zona, data de 1958 cuando se generó un movimiento cuya magnitud fue de 6 grados con epicentro en Temascalcingo, que provocó la caída parcial del campanario y bóveda de la iglesia.
Uno de los momentos que todos los acambayenses guardan en su memoria es el sismo ocurrido el 19 de noviembre de 1912, el cual tuvo 6.9 grados de intensidad, cobrando al menos 100 vidas, alrededor de 600 personas heridas y la destrucción de prácticamente todos los inmuebles, entre los que destacan a iglesia, el convento, el portal y otros edificios coloniales en la cabecera municipal.
Entre las pérdidas de este movimiento telúrico se encuentra la afectación de las laderas al norte de Acambay de Ruíz Castañeda y generación de desniveles de aproximadamente 50
centímetro en caminos y canales de la localidad de Tixmadeje.
Asimismo, el 13 de abril del siguiente año (1913) se presentó otro sismo de tipo trepidatorio, con detonaciones subterráneas y duración de cuatro segundos. Dos años más tarde, en 1915 ocurrió un sismo de cinco grados sobre la falla Acambay-Tixmadeje, pero dicho evento no generó daños ni pérdidas económicas.
Para 1916, se registro un evento de cuatro grados sin dejar afectaciones en la
infraestructura de la zona. En 1947 acontecieron dos sismos de cuatro grados sobre la falla de
Acambay-Tixmadeje. La ocurrencia continúa en 1953, 1964 y en 1979, este último de 5 grados,
sin generar pérdidas humanas o materiales.
Durante 1979 el Sistema Sismológico Nacional registró en el municipio un total de 28 sismos de baja magnitud, oscilando entre los 3 y los 5 grados Richter. En marzo
de 1993 volvió a registrarse un sismo de 3.4 grados y en enero del 98 se presentaron 27 sismos con
magnitudes que no rebasaron los 4.2 grados.
Uno de los factores que potencializa nivel de riesgo son las construcciones, ya que casi el 50% de las vivienda en el municipio son de adobe, es por ello que se coloca a la localidad en una situación de alto riesgo, según el Índice de Vulnerabilidad Social.
Es por ello que se ha tomado la determinación de evitar la construcción de nuevas áreas habitacionales en zonas afectadas por la falla sísmica que pasa por el municipio.
